militantes comprometidos

jueves, 16 de febrero de 2012

MALVINAS Y LA POLITICA IMPERIALISTA


de Gallego Fernández, el jueves, 16 de febrero de 2012 a la(s) 16:59 ·
“…La guerra se  la  tenemos de hacer del modo que podamos. Si no  tenemos  dinero, carne  y  un  pedazo  de  tabaco  no  nos  ha  de  faltar;  cuando  se acaben  los vestuarios  nos  vestiremos  con  las  bayetitas  que  nos  trabajan nuestras mujeres, y sino andaremos en pelotas como nuestros paisanos  los indios. Seamos  libres y  lo demás no  importa nada. Yo y vuestros oficiales os  daremos  el  ejemplo  en  las  privaciones  y trabajos. La muerte  es mejor que ser esclavos de los maturrangos”... 
Proclama de Jose de San Martin al pueblo en armas transformado en el ejército de Los Andes
La crisis estructural del capitalismo manifiesta en la esfera financiera, la incapacidad de sustentar un modelo de acumulación y reproducción del capital con una tasa de ganancia constante; el nuevo patrón tecnológico tiene la capacidad aumentar los incrementales en productividades, pero es imposible sostener la ecuación del lado del consumo; esto explica como se caen los valores a futuro en el sistema financiero, y como se incrementa el ahorro interno y la autonomía de los países emergentes. Dos cuestiones que impactan sobre el centro de rotación del capital a escala global, perdiendo paulatinamente el lobby de Wall Street,  aéreas de influencia  y un repliegue de las multinacionales en la disponibilidad y flujo de capitales, frente a los estados emergentes.
El imperialismo resiste en varios frentes la nueva configuración multipolar; en lo económico vuelve a las practicas depredadoras del siglo XIX, capturar recursos naturales al menor costo posible, en una abierta competencia con los países o regiones que apropian y despliegan el nuevo patrón tecnológico en sus formaciones nacionales, América Latina, África, Medio Oriente, Europa oriental son los territorios en disputa;  las áreas de influencia tienen correlación directa con los grados de libertad que poseen el ejercito de multinacionales para apropiar no sólo riquezas naturales, sino el trabajo de los pueblos. Si se observa el grado de conflictividad del imperialismo con los pueblos, se puede apreciar que los escenarios más traumáticos, son aquellos donde los estados intervienen en la economía y desplazan de las decisiones a las multinacionales.
El otro gran problema es la inconsistencia de la estructura monetaria mundial, tanto del dólar como del Euro, no tiene resolución en términos políticos económicos, los numerosos  tratados de intercambios en monedas locales que se vienen desplegando, en el sudeste asiático, América Latina, BRICS, y a la vez entre estos bloques, es la señal más notoria de la crisis en el centro de rotación del capital. La única alternativa para sostener la tasa de ganancia y el control en el flujo de capitales, es imponer por la fuerza el precio de los comodities, resguardar el ejército de multinacionales que apropia riqueza,  y garantizar a escala global la permanencia de sus monedas para el intercambio comercial y el flujo de capitales.
Las acciones bélicas sobre medio oriente, la amenaza sobre Irán, el despliegue de tropas hacia el sudeste asiático y Latinoamérica, tienen esa finalidad; en este contexto, es que debemos ubicar la defensa de nuestra soberanía, la integridad territorial y la hipótesis de conflicto con el imperialismo.
Los avances alcanzados en la no injerencia política en Latinoamérica, es lo que permite amplificar las voces de rechazo a la base militar, que ha constituido la OTAN en Malvinas; todas las voces, consensos y acciones de terceros países, que sumemos a nuestro reclamo, fortalece nuestra posición y nuestros derechos sobre las islas. Ahora bien, todo lo que se puede avanzar en el frente diplomático, no tiene resolución, si no se acompaña de acciones y políticas en otros frentes.
Afirmamos que la base en Malvinas es de la OTAN, porque que los países que controlan este dispositivo militar, lo consideran un punto estratégico y de dominio propio, no hay pronunciamiento alguno frente al tema, de Alemania, Francia, EEUU e Israel, o sus socios menores España, Italia, Holanda o Bélgica, por lo que se debiera desplegar una ofensiva diplomática más contundente en este aspecto.
Durante los últimos diez años escuchamos la frase “vienen por el agua y los recursos naturales”, formó parte de del discurso político, principalmente en los foros de estados latinoamericanos; hoy ya no es retórico, ya están instalados en Malvinas con una base militar, explotando nuestros cuencas petrolíferas y recursos marítimos, y en la medida que nuestras acciones se limiten exclusivamente al campo diplomático, seguirán avanzando en el continente americano o antártico, donde ya emprendieron algunas experiencias piloto; (Ej. Lewis en Lago Escondido, o Las mineras ejerciendo la soberanía sobre el territorio).
Dejar, y promover que las “inversiones” de multinacionales actúen sobre nuestros recursos estratégicos, o con carácter monopólico en el sistema industrial, tiene como consecuencia directa, un esquema militar del imperialismo, para la defensa de sus intereses con el argumento político de la seguridad jurídica, ya no es solamente una ecuación económica, donde se discute cual es la retribución al capital foráneo con trabajo argentino; es política, en tanto desde las embajadas y la OTAN, se arrogan el derecho de actuar libremente conforme a una jurisdicción de derecho internacional, construida por ellos mismos, (CIADI, GAFFI, OMC, etc).
No hay acciones bélicas que tengan como única finalidad sustentar el complejo militar industrial de la OTAN, si fuese esto, sobran países que demandan armamento, y conflictos diplomáticos, que se pueden empujar a una resolución bélica. Las acciones bélicas del imperialismo están dirigidas a resguardar la capacidad de intervención y control de las estructuras económicas sobre otros países, limitar el multilateralismo con las potencias emergentes, y retrasar el despliegue económico de las nuevas potencias mundiales, o la integración económica, política y social a escala continental.
En consecuencia, la lucha por Malvinas es ante todo una lucha contra el imperialismo, y en este sentido requiere atender los mismos frentes, en que el imperialismo despliega sus políticas, o expresado de otra forma, el excelente avance en el campo diplomático, sino se respalda desde otros frentes, nunca tendrá éxito en la recuperación soberana de Malvinas, no van a retroceder en la apropiación de los recursos naturales y tampoco en sostener una base de la OTAN en las islas, por lo que aún cuando flamee nuestra bandera en las islas, las decisiones sobre ellas, están muy alejadas de la voluntad popular de los argentinos.
Es necesario avanzar aceleradamente sobre transformaciones estructurales que blinden la posibilidad, de que constituyan espacios soberanos sobre el continente; avanzar decididamente en la integración política de América Latina; configurar las hipótesis de conflicto, sobre las limitaciones que se imponen al capital externo y el avance que promueven sobre los recursos naturales, (cordillera de los Andes y el Amazonas centralmente); construir una soberanía monetaria que desplace sus monedas, (dólar y euro); diseñar la integración económica del continente desde grados de sustentabilidad y productividades equiparables para todos los países; seguir una hoja de ruta donde se clausures la intervención de multinacionales,( primero inglesas, luego de países del Commonwealth y por último los países de la OTAN; reequipar y actualizar técnica y materialmente nuestro ejército y promover la construcción de un ejercito Latinoamericano; acordar con los países Latinoamericanos la renuncia al TIAR y construir un sistema de defensa Latinoamericano. En esta hoja de ruta el último paso es el aislamiento total de Malvinas desde zonas de exclusión en el espacio aéreo y marítimo circundante.
El paso dado en la reapertura del informe Rattembach, si tiene como sentido esclarecer sobre la política desplegada en el conflicto bélico es excelente, aún cuando el mayor aporte que existe sobre esta cuestión son los documentos desclasificados en EEUU, y los análisis y declaraciones de oficiales ingleses, muy posteriores a este informe; donde se puede apreciar que se estaba en condiciones objetivas de ganar las batallas decisivas, especialmente la de Ganso Verde, esto reconocido por el ejército Ingles.
Cuando Perón nos señalaba, “que quienes desean la paz deben prepararse para la guerra”, no era solamente por el hecho de contar con un ejército altamente calificado, que trabaje sobre la hipótesis de conflicto o peligro externo para nuestro pueblo, sino esencialmente desde el concepto de “pueblo en armas”, y la defensa integral de la patria y de los pueblos frente al imperialismo. Si se carece de políticas que cultive esta conciencia en el pueblo; recuperar la soberanía sobre nuestro territorio será solamente un deseo.
Un ejemplo de amor al pueblo y a la patria

lunes, 13 de febrero de 2012