militantes comprometidos

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El CONCEPTO DE INCLUSION Y LA TEORÍA DEL DERRAME


de Gallego Fernández, el miércoles, 23 de noviembre de 2011, 2:05
Desde hace bastante tiempo que la palabra inclusión me hace ruido, es como si alguien estuviese afuera por designio del destino, y otro que es el actor político graciosamente lo incluye. El término es parte de un cambio en el modelo de acumulación del capitalismo, comenzó a utilizarse, porque precisamente en las estrategias globales de acumulación, queda perimido el espacio de mercado interno y los modelos autocentrados en una formación nacional, para acumular capital. Las multinacionales no necesitan de ciudadanos que sean consumidores; sino de consumidores a escala global.
Me parece más apropiado hablar de integración, del hombre consciente realizando la historia y produciendo sus medios materiales de vida, desde un proyecto político que lo contempla como igual. El concepto de inclusión, también nos remite, al lugar que nos brindan quienes hegemonizan las relaciones de poder y las expresan hacia adentro del estado, si son las minorías es lo que hemos conocido como teoría del derrame.
La teoría del derrame tiene dos versiones una se pude señalar como neoliberal, aquella que nos bendecía con las bondades del primer mundo, donde el derrame de la copa, llegaba de la mano de inversiones extranjeras previo a las ventajas que se les otorgaba, en el sector financiero y el sector de servicios, que transformando e incrementado los consumos de los sectores con mayores ingresos, devenían en algún tipo de trabajo para quienes no lo tenían.
Pero hay una “nueva” teoría del derrame; no tan nueva si consideramos que sus postulados se corresponden con la visión desarrollista del frondizismo en argentina, o a la Alianza para el Progreso impulsada por sectores liberales en EEUU.  Es la de recibir inversiones directas de las multinacionales, las cuales desarrollarían la pequeña y mediana empresa y algún día tendrían trabajo o mejores ingresos los argentinos que aún se consideran “excluidos”.
En ambos casos, los actores políticos son siempre las grandes corporaciones, más allá que el gobierno mantenga importantes niveles de autonomía en el estado, el mercado es controlado por los sectores dominantes; en esto Perón, era lapidario, al mercado o lo controla el estado en beneficio del pueblo o lo hacen las corporaciones en beneficio propio, cuando ocurre esto último, requiere de legitimidad política para que el argentino, que no puede producir sus medios de vida, mantenga la expectativa de que algún día gozará de ese derecho.
Que el proceso de acumulación este anclado en la economía real, no significa que el capital está al servicio de la economía y esta al servicio del hombre, única manera de integrar a nuestros compatriotas en un orden de justicia e igualdad. Menos cuando las corporaciones tienen estrategias globales de acumulación y demandas globales para abastecer, intentando mantener constante su tasa de ganancia. Poco les importa si el conjunto de nuestros compatriotas pueden acceder a los bienes que producen.
El pensamiento que le asigna a las corporaciones la capacidad de mover la economía, desconoce que lo único que genera riqueza es el trabajo y si bien el gerenciamiento empresarial es necesario, ello por si mismo o las utilidades reinvertidas, no generan nada, sin la presencia de los trabajadores.
Un argentino puede estar incluido en el proceso productivo, pero no estará integrado a un proyecto de país, en tanto sus derechos básicos y con ellos los grados de libertad que requiere para su realización no pueda ejercerlos; el que no posee vivienda, un sistema de salud integral, el acceso al conocimiento igualitario, está incluido en la producción de utilidades, para quien organiza el proceso productivo y apropia la riqueza que el incluido produce.
 Es evidente que vivimos un cambio de época, de pronósticos inciertos; como también de una formidable ausencia de debate, sobre la crisis estructural del capitalismo; no han sido las decisiones políticas las que produjeron esta crisis; sino el desarrollo de fuerzas productivas desde un nuevo patrón tecnológico, las que estructuraron un modelo de acumulación, con decisiones situadas en un centro de rotación mundial del capital, (Wall Street), si hoy el stock de moneda, expresa cuatro veces la economía real, es porque en las sucesivas emisiones, consideraban que los valores a futuro de la economía real ajustarían la emisión, el problema es que la caída de la tasa de ganancia demuestra lo contrario y que no se puede sustentar gasto publico indefinidamente como lo hace EEUU.
Ahora frente a esta crisis, también hay dos caminos; reconocer al capitalismo y la libertad de mercado como productor de un orden social de justicia e igualdad, y por consiguiente tratar de sortear la crisis, o considerar que el sistema capitalista y la libertad de mercado tienen una finalidad antagónica a la condición humana. Es algo tan sencillo como legitimar la propiedad y las utilidades que producen el conjunto de los argentinos, desde la asignación sobre ellas, que realiza el mercado, o considerar que la propiedad y los excedentes, cumplen un función social, esto último tiene que ver más con el peronismo.
Escuchamos muchas veces imputar al Consenso de Washington, el resultado de la crisis, sería bueno considerar  que de los 10 puntos que postula, Argentina prácticamente cumple con todos, (salvo por las empresas reestatizadas ante la deserción o incumplimiento del sector privado), sinembargo no está en crisis. Como también en la época de Menem se aplicó el Consenso de Washington, salvo el punto 5, que recomienda un tipo de cambio competitivo. Descartado esto, es mejor orientar el análisis de la crisis a los niveles de acumulación de las corporaciones y la imposibilidad de valorizar el capital, en sociedades con consumos hipersatisfechos como las del norte.
Hay suficientes marcos teóricos, que dan cuenta de los nuevos paradigmas, y de la imposibilidad de sustentar una hegemonía imperialista desde la rotación global del capital conducida por el lobby de Wall Street. Los pueblos no admiten que se reduzcan sus grados de libertad, cuando existen condiciones materiales para garantizar los derechos básicos que la sustenta, no se puede seguir construyendo legitimidad que justifique la injusticia social y la desigualdad, en las sociedades del norte; como tampoco las políticas asistenciales en nuestra América, podrán sostener durante mucho tiempo, la desigualdad que produce el capitalismo.
En nuestro país para lograr la integración de los ciudadanos en un proyecto de Nación, se necesita al igual que lo hizo Perón, reconocer en el interés de los trabajadores, los intereses nacionales; no se pude hablar de integración hasta no alcanzar una matriz distributiva de la riqueza, que garantice, vivienda, salud, educación y pleno empleo, por lo que la paritaria puede ser un instrumento avanzado en relación a los noventa, pero no deja de ser insuficiente, fundamentalmente, porque los precios de los bienes y servicios están dolarizados y los salarios pesificados.
Es un error de Moyano, demandar la participación en el incremental anual de ganancias, (con mucha suerte en algunas empresas sería el 1% de las utilidades a distribuir entre los trabajadores), aún cuando la Constitución lo garantice y en el Congreso se hagan los idiotas con el tratamiento de esta ley. Moyano debiera reclamar precios para el salario y jornada laboral, iguales a los países centrales, ya que los empresarios dolarizaron los precios del consumo popular. Por otra parte la distribución de ganancias con el concepto de la ley, es reafirmar la teoría del derrame.
Otra cosa sería distribuir utilidades, como reconocimiento a la riqueza que ha generado el trabajo, hacerlo desde un proyecto de país que nos integra, y no como elemento alienador de los trabajadores, reconociéndole a la corporación la calidad de sujeto político, que produce los medios materiales para realizar la vida de los compatriotas.
La única manera de corregir la dispersión en el salario, (elemento que desencadena las luchas por el encuadramiento gremial), y el trabajo no registrado, es con pleno empleo, pero para ello se debe planificar una economía destinada a los consumos populares insatisfechos, de poco nos va a servir una planta de Ford, si la mayoría de los argentinos, no son los destinatarios de lo que produce esa planta. Sería lamentable creer que el interés de los argentinos es coincidente con los intereses de Ford.
 En esto no está demás reiterar que las leyes firmadas por Videla y Martinez de Hoz, son antagónicas a un modelo de integración de nuestros compatriotas en un proyecto de Nación; pueden ser positivas las inversiones directas, pero los dólares que hay en el Banco Central, son el resultado del trabajo y el ahorro argentino; si se desea un fuerte impulso en las productividades y las escalas, no se puede dejar a los bancos, que manejen a su antojo el ahorro del conjunto de los argentinos, o si se desea fortalecer el mercado interno, es una aberración que el crédito con moneda plástica supere el 40%; tampoco es razonable que el estado no cuente con un Banco Central que cumpla la función de instrumento financiero, para nuestra economía, y que solamente pueda actuar cuando posee reservas de libre disponibilidad, en la práctica es una convertibilidad encubierta.
Centralmente la integración a diferencia de la inclusión considera que el hombre es la medida de todas las cosas; el sentido utilitarista del capitalismo puede incluir en el proceso a un compatriota, lo que no puede hacer es integrarlo como ser creativo en el proceso histórico.

jueves, 17 de noviembre de 2011

PENSARSE Y SENTIRSE MILITNATE


de Gallego Fernández, el jueves, 17 de noviembre de 2011, 3:59
EL MILITANTE Y SU CONTEXTO
DESDE UNA PERSPECTIVA LIBERADORA
La creciente politización, merece algunas reflexiones sobre la tarea del militante, el rol que desempeña en las estructuras políticas y en la sociedad. Definirse militante, es interrogarse sobre nuestra visión de la historia, de los procesos políticos, la idea del bienestar general y la política como ética. 
Para los militantes peronistas, que sienten y apropian al peronismo en términos revolucionarios y liberadores, es bucear en el significado de lealtad, en el compromiso con la patria, en la realización de una sociedad construida por el hombre de manera consciente, destinada a brindar las condiciones para su realización y la felicidad de sus compatriotas.
El militante revolucionario es soldado de una causa noble, en términos del Che es el peldaño más alto de la condición humana, su lucha tiene como destino clausurar las estructuras sociales de dominación e injusticia, transformar las instituciones en que se asientan, y construir un hombre nuevo, que orienta su conducta por valores solidarios y humanistas.
Los contextos tienen determinaciones sobre el militante revolucionario, no es lo mismo la lucha por la liberación en un régimen dictatorial, que en una democracia liberal, pero aún así, el militante es de carne y hueso como cualquier mortal, ama, forma una familia, tiene hijos, come, necesita un techo, se viste. Es irremediable, que tanto en la clandestinidad, como en las democracias liberales, deba procurar sus medios de existencia; en las dos situaciones, el pensamiento político y la acción política, jamás puede estar condicionado, por el acceso a sus medios materiales de vida, reduciría su vocación militante a una relación laboral, traicionaría su razón de ser.
Centralmente el militante es un hombre de acción, el sabe que en la ejecución, es donde se consuma el hecho político, donde se alteran las relaciones de poder, donde procesa su liderazgo; su ámbito orgánico es vital; en él, se nutre con el debate, es donde su opinión construye el marco estratégico para intervenir en el proceso histórico, se formula los objetivos y el plan político que lo vincula a la sociedad, se proyectan los escenarios que expresan los intereses populares y los conecten al estado, para demandar decisiones políticas, o para fortalecer decisiones de gobierno.
El militante revolucionario, tiene la enorme presión de convivir con un sistema que aborrece, la suficiente paciencia para observarlo, la decisión para construir las herramientas, que permitan, golpear con el pueblo a la oligarquía, dañarla y avanzar; la eterna constancia de recomenzar mil veces, porque los contextos se lo demandan. No hace carrera política, ello es antagónico a las aspiraciones colectivas, está en el lugar donde mejor sirve a los intereses de su pueblo.
Es solidario con quien padece una injusticia, pero jamás pierde de vista que las injusticias no se resuelven de a una; que la política y los hechos políticos, son los que erradican la injusticia social. Tampoco confunde su organización con la revolución, sabe que es una herramienta, no milita para la orga, sino para el pueblo.  Por lo que, difícilmente se quede mucho tiempo en una estructura política que no debate ni tiene política, para las demandas populares, ni combate a las clases dominantes.
Alimenta su identidad en la historia de la patria, se hace cargo de ella, porque sabe que los pueblos siempre retoman la historia en el lugar donde la dejaron, acrecienta su experiencia con ella, observa las relaciones de poder en los momentos históricos decisivos, como se construyen y difunden marcos ideológicos antagónicos, como se condensan esos intereses hacia dentro del estado, se transforman y crean instituciones que responden a ellos.
También recurre a su propia memoria histórica, su registro militante le permite discernir, los grados de coherencia ideológica, de él, y de sus pares; los intentos honestos, de las abyecciones más hipócritas; los que se juegan frente a la injusticia, de los indiferentes ante el que sufre. El sabe que no es juez, que solamente el pueblo puede juzgar; tiene absoluta certeza de los compañeros con los que caminará toda la vida, y de los otros, que nunca están cuando el pueblo los necesita.
El militante, por sobre todas las cosas, comprende al pueblo, jamás reniega de su voluntad. Aún cuando la mayoría adore el becerro de oro; aplauda la convertibilidad; le reconozca a la peor de las dictaduras, signos de humanidad y soberanía; o confunda el negocio sojero, con agricultura familiar; el ama al pueblo; el sabe que cuando el enemigo lo derrota, esos son los resultados. También sabe, que los pueblos al igual que el agua, siempre retoman su cauce, en el punto donde los detuvieron. No contraría la voz del pueblo, guarda silencio, abre interrogantes, y aún en la peor de las situaciones, en los momentos donde nadie cree en la verdad que atesora como militante, (su pensamiento político – ideológico), sigue ahí, marchando con su pueblo, se mimetiza y lo conduce en la reivindicaciones, que despiertan solidaridades.
No guarda lealtades para nadie, solamente es leal con las causas populares, con los liderazgos que expresan esos intereses, enfrentando a quienes someten al pueblo; no admite justificaciones que dañen la patria, porque sería tolerar una agresión a la condición humana.
El militante escapa a la lógica del psicoanálisis burgués, su pulsión de vida es el afecto de los compatriotas, su deseo, es la libertad para hacer la historia colectivamente; para reafirmar en la dignidad del otro, su propia condición humana; para sentir la injusticia ajena, como propia, porque daña, aquello que lo hace humano.
No participa de las prácticas que humillan al pueblo, sabe que un compatriota sistemáticamente humillado, es un hombre derrotado; la historia le demuestra, que los pueblos se liberan organizándose y movilizándose; con pasión, con fervor, con el corazón,  con fanatismo, por los sueños de felicidad compartidos en un destino común. Es un insulto a su condición de militante, toda política que tenga por objeto comprar voluntades, utilizando las necesidades del pueblo.  Puede vincularse de mil formas con el pueblo, pero sólo admite a su lado las voluntades, que libremente y como iguales, comparten con él, un proyecto liberador.
Conoce todas las prácticas liberales, acepta la competencia electoral, donde el resultado expresa la voluntad popular,  y su nivel de conciencia; sabe que no se procesan liderazgos por el compromiso con demandas populares, sino que se ofertan candidatos como productos de consumo, desde aparatos plebiscitarios financiados por sectores antagónicos al pueblo; tiene certeza de su vulnerabilidad.  Pero también sabe, que para ganar una elección con tiza y carbón, es necesario un 17 de octubre, un hecho colectivo, el subsuelo de la patria sublevada; y ello debe traducirlo en las coordenadas del presente, en políticas de masas donde el pueblo apropie el estado como el instrumento que produce un orden de justicia y felicidad. Luego será inútil la oferta del producto electoral, el pueblo ya sabe de qué se trata.
A todos los compañeros con los que los que comparto estas reflexiones y nuestra militancia, celebremos nuestro día, nuestra eterna rebeldía, nuestra voluntad inquebrantable de vencer a la oligarquía y al imperialismo, nuestro amor al pueblo y a la patria, rindamos siempre un eterno homenaje al día que triunfó “el luche y vuelve”, esa epopeya que construyo la militancia.

viernes, 11 de noviembre de 2011

11 de Noviembre de 1951


Triunfa Perón-Quijano por el 62% de los votos sobre Balbín-Frondizi. Primer voto
femenino. Evita vota desde su lecho de enferma.

lunes, 7 de noviembre de 2011

MLCM :EN EL SEXTO ANIVERSARIO DEL NO, AL ALCA , Mar Del Plata









Hace seis años en Mar del Plata, y en el marco de la IV Cumbre de las Américas, Kirchner advirtió que a la región "no nos servirá cualquier integración, sino aquella que reconozca las diversidades".

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Nicky Dámico: CARLOS MUGICA : TEMOR A LA VERDAD: Los cristianos estamos llamados a dar testimonio de la verdad, y a la lucha con todas nuestras fuerzas contra la injusticia, aunque esto t...

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viernes, 4 de noviembre de 2011

AGUSTIN TOSCO



Infancia y juventud 
Su infancia transcurre en un ámbito rural, dado que sus padres eran campesinos. 

Al cumplir la mayoría de edad, consiguió incorporase al gremio de Luz y Fuerza, como ayudante electricista en el taller electromecánico. Ya desde su juventud mostraba su interés por la lectura. 

Había manifestado alguna simpatía por Juan Domingo Perón, en las elecciones en las que se impuso a la Unión Democrática, pese a que posteriormente algunos lo tildarían de antiperonista. A los 20 años fue electo delegado gremial. 

Pensamiento y madurez 


A los 27 años de edad era secretario general de Luz y Fuerza, de Córdoba. 

Tosco consideraba que nada ni nadie podía sustituir a las asambleas, ellas eran superiores a los cuerpos directivos, y que la lucha no debía darse únicamente por las condiciones salariales. Podría calificarse a su ideología como antiimperialista, antipatronal y antiburócrata. 

Su lucha contra la burocracia sindical era constante. Uno de sus enemigos más famosos fue José Ignacio Rucci. Tosco declaró sobre este lo siguiente: "Rucci y sus discípulos son prisioneros por sus compromisos con los detentadores del poder, presos de la custodia que les presta el aparato policial; presos de una cárcel de la que jamás podrán salir: la de la claudicación, indignidad y participacionismo". Tosco y Rucci tuvieron varios cruces mediáticos. 

Además de la lucha sindical particular de su sindicato participó dentro de la lucha contra la dictadura encabezada por Juan Carlos Onganía. 

Su participación en el Cordobazo 

El 29 de mayo de 1969, en la ciudad de Córdoba, se produjo una rebelión popular en contra de la dictadura de Onganía. Participaron obreros y estudiantes en su mayoría, que se enfrentaron al aparato represivo de sectores del ejército. Tras el Cordobazo, fue condenado a ocho años de prisión por un tribunal militar, recuperó la libertad a los diecisiete meses. El Cordobazo marcó un hito porque significó la pérdida de autoridad del gobierno de Onganía, y aceleró su decadencia. 

Del Cordobazo, Tosco dijo que "fue una rebelión obrera y popular (...) surgió de la clase obrera y del pueblo. Lo esencial del Cordobazo es que surge de los trabajadores y de los estudiantes y que ellos por sus convicciones salen a la calle a luchar" 

Tras el Cordobazo 


Al salir de prisión, Tosco regresa a Córdoba, en donde manifiesta que se aliaría sólo con los peronistas surgidos de la base, pero no con la derecha sindical, a quién seguiría denunciando, en especial, al ya mencionado Rucci. 

Tras la victoria del peronismo en el año 1973, Tosco comienza a ser perseguido. En 1974, debió pasar a la clandestinidad al ser intervenido el sindicato de Luz y Fuerza. Un tiempo después sufre una enfermedad, pero es imposible que lo internen en los hospitales, porque sería ejecutado cuando se conociera en donde se encontraba. 

Agustín Tosco murió a los 45 años, el 5 de noviembre de 1975, y a su entierro concurrieron miles de personas, pese a las amenazas de la Alianza Anticomunista Argentina de López Rega. Durante su entierro, el gobierno reprimió violentamente a quienes participaron del mismo 



fuentes: http://www.agustintosco.com.ar/ 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Fumigan con Glifosato en la cara de las familias de una comuna cerca de Rosario.


de Marita Saenz, el miércoles, 02 de noviembre de 2011, 15:25
 En la Comuna de Alvear hay un lugar llamado  Arbilla donde hace años se viene luchando  por lograr una ordenanza que impidiera fumigar cerca de las casas de la comuna y se logró pero a pesar de esto los dueños de los campos del lugar llegan a las 5 de la mañana y fumigan con Glifosato sin importar los daños que le pueden causar a los niños y familias enteras.

Esta comuna está a 6 kilómetros de Rosario, sería cerca de La Carolina, la ruta AO12 y la ruta 18. El presidente Comunal es Carlos Piguin. Los vecinos están sufriendo de reacciones alérgicas, diarrea, dolor de cabeza, naúseas, debilitamiento, mareos, etc. 

Desde la comuna se toman las acciones pero los dueños de los campos con su dinero se sienten dueños de la vida de todos en especial no le importan los niños que es a los que afecta aún más el Glifosato tanto como a embarazadas ya que el veneno una vez absorbido fluye por la sangre por mucho tiempo depositandose en las grasas y al momento de la gestación produce deformaciones y anomalías en los fetos.

Desde la comisaria les dicen que deben llamar en cuanto los vean fumigando para agarrarlos infraganti pero cuando ellos llaman y el móvil llega los que fumigan ya se fueron, es decir que la comisaria se lava las manos, no hay destacamento cerca de Arbilla.

Que dirá nuestro Gobernador actual Binner y que pensará hacer el próximo Gobernador Bonfatti ( ambos médicos ) ya que son los responsables de cuidar por el medio ambiente y salud de los ciudadanos santafesinos???