de Gallego Fernández, el El Martes, 6 de noviembre de 2012
No les hablo a quienes nos profesan un odio eterno; tampoco al brazo armado de la oligarquía que convoca a un golpe y menos, a quienes entre la dialéctica del odio y el miedo, les proponen la valentía de un hecho de masas, cuyo masividad simbólica tienen construida, para imponer sus intereses mezquinos, mil veces más mezquinos, que los que supuestamente cuestionan, los intereses de minorías que se consideran dueños de la patria.
Quiero llegar al corazón, de quienes se sienten libres, a los que reafirman esa libertad en la calle, no importa si es con un bombo o una cacerola, yo los considero iguales; a quienes sienten la opresión, y de manera desacertada, el único camino que visualizan para liberarse, es tomar el rostro del opresor.
No les acerco estas palabras, desde el desprecio a lo político; porque lo político es la única forma, que los pueblos tienen para intervenir en la historia; no renieguen de lo político, interpélenlo, indaguen en la ideas y valoren los hechos, desde un destino común, que compartimos las grandes mayorías, en ello reconozcan que perjudica a las minorías, y que beneficia a todo un pueblo.
Recuerden que todos colocan en la vidriera el interés general, pero el incremento en los precios, tiene como únicos beneficiarios a las corporaciones; observen quienes atacan a la cúpula del poder económico, y quienes no; son ellos, los que no permiten, que los argentinos ahorren en pesos, son ellos los que roban sus ahorros.
Son estás corporaciones las que tiemblan ante una reforma constitucional, no porque Cristina sea reelecta, sino porque la soberanía popular no tendría limites, o porque cualquier argentino tendría mas valor que la totalidad de sus bienes.
Analicen la seguridad, como una industria que factura 100 mil millones al año, en guardias privados, cámaras, patrulleros, autos blindados etc. donde la mano de obra de esta actividad siguen siendo, los jóvenes pauperizados y empobrecidos en nuestra sociedad, observen quien apropia la riqueza, y veran quien empuña el arma.
Anímense a luchar contra el miedo a libertad, a construir una democracia real, donde la tasa de ganancia de una corporación, deje de ser la ilusión de trabajo para nuestros jóvenes, y formular las demandas concretas para realizar la vida de todos los compatriotas, desde la organización que pueden generar, que sea ello lo que decide el rol, que cumple el capital en nuestras aspiraciones a ser felices.
Es un llamado a quienes comparten la fe en Dios, para realizar el reino en la tierra, es transitar el camino de Jesús, anunciando la buena nueva a los condenados de la tierra; ellos no estarán en la gesta de heroicidad, que le proponen los mercaderes del templo, no asuman el papel de tristes fariseos demandando el cumplimiento de la ley.
Los errores del gobierno, se pueden corregir si existe la voluntad de afectar los intereses de las minorías que se benefician con ello; es cuestión de organizar las cacerolas para expresar lo que se quiere del estado, de cómo debe intervenir, para brindar igualdad de oportunidades, de cómo se desplazan los intereses egoístas, de lo que nosotros denominamos oligarquía.
Es necesario que sepas, que tu protagonismo en el 8N, será mediado y expresado como repudio hacia el gobierno, no en los desaciertos que se requieren corregir, sino en los aciertos que afectan los intereses de una minoría, y en la legitimidad de una oposición que pretender representar los intereses particulares de la embajada norteamericana y los grupos económicos, con consenso popular.
El estado no es un consorcio, donde tus impuestos son las expensas; y reclamas al administrador que resuelva tus problemas individuales; es el escenario donde confrontan los intereses de la mayoría del pueblo, con las almas egoístas, que robaron y roban tu calidad de vida; el problema no es quien administra el Estado, muchos gobiernos han transitado por ese lugar; tanto vos como yo, sabemos de la historia reciente, quienes han resultado siempre ganadores, es la cúpula del poder económico; el 8N no es lugar donde se expresa el rechazo a ese privilegio; ese es un escenario pendiente, donde debe haber una sola consigna; hay cobija para todos o hay frio para todos; animate a ser un compatriota, el acto heroico no es ser útil a los poderosos, buscar un camino para ser como ellos; sino enfrentarlos con el conjunto del pueblo, a pesar de los gobiernos, o con los gobiernos.
