militantes comprometidos

domingo, 3 de julio de 2011

LAS LISTAS; LAS LEALTADES, Y EL PROCESO DE LIBERACIÓN

LAS LISTAS; LAS LEALTADES, Y EL PROCESO DE LIBERACION

de Gallego Fernández, el Domingo, 03 de julio de 2011 a las 2:36
El armado de las listas, trasciende a sus integrantes, y manifiesta la orientación política sobre las designaciones; esta decisión en mayor o menor medida, tiene determinaciones en: la experiencia reciente, las trayectorias de los liderazgos, y las conductas que se esperan de quienes ocuparan espacios institucionales.
El dispositivo de decisión, donde se acercaron las propuestas, y la resolución sobre las mismas, nos brindan un esbozo sobre la lógica de construcción política; y una señal del diseño de poder, para gestionar el gobierno en el período 2011-2015.
Desde la experiencia reciente,(las elecciones del 2009), se puede explicar la escasa determinación en las listas, del Partido Justicialista, la teoría de que este, era uno de los pilares que sustentaba al gobierno, quedó pulverizada junto a las testimoniales candidaturas.
Este espacio encolumnado  mayoritariamente con el Gobernador, guardaba la expectativa de que la performance electoral de Scioli, posibilite, tras el acuerdo con Massa, una distribución de poder en la legislatura bonaerense, y alguna participación en el Congreso Nacional; considerando a estos dirigentes, como candidatos naturales, a la Nación y la Provincia para el 2015, a partir de las mediciones de intención de voto. Por la conformación de las listas y la designación del Vicegobernador, parece que este debate no está saldado.
En contraposición a la estrategia territorial del PJ; la CGT realizó varias demostraciones de fuerza, las más notorias el 17 de octubre, y el primero de mayo, tanto esto como el vínculo directo con el gobierno, no fueron suficientes, para cubrir sus aspiraciones en los espacios institucionales.
La Corriente Nacional de la Militancia, no logró una representación como tal, a pesar de la gran cantidad de liderazgos que confluyeron en esta propuesta, no se cristalizó una orgánica, que mantuviese un vínculo con el centro de decisión política, para expresar  las expectativas del espacio o las propuestas emergentes en los sucesivos campamentos y encuentros que realizaron.  Tampoco el espacio alcanzó un correlato territorial en los distritos del conurbano y capital. A la luz de los resultados, se podría suponer, que este espacio fue promocionado para entretener a cientos de militantes en todo el país, seguramente quienes lo impulsaron no tuvieron esa intención, pero carecían de voluntad para expresar el colectivo.
Considerando que el liderazgo de Cristina es el más expuesto a sufrir un vacío de poder en el período 2011-2015; no tiene otra opción que designar las personas y compañeros de su mayor confianza, donde las listas a la vez, le permiten esponjar los espacios del ejecutivo, para proyectar esa tendencia sobre el conjunto de los Ministerios y exhibir hacia la sociedad un recambio para el último período.
Cuando observamos el conjunto del dispositivo político, que integra lo que denominamos Kirchnerismo, es necesario reconocer, que ninguna de las estructuras mencionadas ha construido una referencia política hacia la sociedad, que de cauce a las demandas del pueblo o las cuestiones de interés nacional, desde la organización y el poder popular, elemento indispensable para las grandes decisiones de gobierno y la continuidad de este proceso. El PJ desde el gobernador hasta el último intendente, están más preocupados por el posicionamiento de cara al 2015, que por las cuestiones que aún faltan resolver. Los dirigentes sindicales que legítimamente aspiran a obtener representaciones políticas, deben comprender que la masividad de una convocatoria realizada desde la estructura sindical, poco tiene que ver con la organización política de los trabajadores, el debate de estos sobre como se expresan sus intereses como interés general de la Nación y como se procesan los liderazgos políticos en este tipo de construcción.
Por otra parte es de esperar que la próxima vez que se reúna la militancia consecuente con este proceso, hayamos aprhendido que se requiere impulsar un marco estratégico para el país que deseamos, definir las acciones concretas que nos vinculan a la sociedad para alcanzarlo, y las formas organizativas que permitir masificar la política y recrear la organización popular que lo sustente.
Lo acertado de la decisión en la conformación de las listas, no suple la organización política que garantice un proceso liberador y que exprese el interés de los trabajadores como interés general de la sociedad, si bien le brinda al gobierno tranquilidad institucional, queda expuesto a manejarse en los estrechos márgenes de la gobernabilidad, modalidad que no corrige la distribución de la riqueza y la producción de un orden social justo.
La apelación constante a la lealtad, debiera precisar que esta es un valor, toda vez que manifiesta un compromiso inalterable hacia las luchas y los intereses populares, de esta forma puede garantizarse la continuidad de este proceso político. Las lealtades individuales, por el contrario son ajenas a la política revolucionaria, son propias de los sistemas liberales o de las estructuras mafiosas, puede garantizar la candidatura de un circulo político, pero jamás la felicidad del pueblo.

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