PUEBLO O CORPORACIONES, ENTRE LA EXPLOTACIÓN Y LA EXTORSIÓN
de Gallego Fernández, el Lunes, 16 de mayo de 2011 a las 11:57
En el mes de enero publicábamos la actitud del peronismo revolucionario frente al proceso electoral,http://www.facebook.com/note.php?note_id=489136330068; en ella están las pinceladas gruesas sobre las cuestiones trascendentes que encierra esta coyuntura, sintetizada en la alternativa de: “pueblo o corporaciones”; el debate, no es sobre la voluntad del gobierno para defender los intereses del pueblo; sino la práctica política que resuelve favorablemente las relaciones de poder existente; cuestión imprescindible para aquello que se denomina “profundizar el modelo” y brindar al gobierno el suficiente poder popular para las decisiones políticas que ello requiere.
Desde el discurso pronunciado con motivo de la conmemoración del 11 de marzo en cancha de Huracán, hasta las expresiones de Jose C. Paz, en cada oportunidad, que se comunicó de manera directa con los sectores populares, hay un hilo conductor; la organización popular y los jóvenes.
En Huracán: “Siento que a lo largo de la historia el campo nacional y popular – liderado por hombres o por mujeres, cuando esos hombres o mujeres ya no estaban era como se desperdigaba porque faltaba la construcción orgánica; porque faltaba la construcción política e institucional que no hiciera depender la transformación y el cambio de una o dos personas.”
En San Martín: “No llegar a los barrios a dar, a los barrios y a las gentes hay que llegar a organizarlas para que se sepan valer por sí misma, no queremos darle nada a nadie, queremos organizar a la gente. Además, el orgullo, sí porque siempre hubo esa cosa de estigmatización, también muchas veces por políticas que eran de dar para comprometer, acá no, acá es organizar para transformar, de eso se trata el cambio conceptual que queremos hacer en la Argentina, organizar para transformar”
En Jose C. Paz: “Quiero decirles a los compañeros que siempre me van a tener del lado de los trabajadores porque este no es un gobierno neutral, este es un gobierno que quiere que siga mejorando el poder adquisitivo de los trabajadores, pero también sabe que tenemos que llegar a todos los otros sectores y que no podemos ser rehenes de aquellos que por una determinada actividad pueden afectar al resto de la sociedad.” “También quiero decirles que luchamos contra la explotación pero que no tenemos tampoco que permitir que surja otro fenómeno que es el de la extorsión, yo no quiero ni explotación ni extorsión en la República Argentina, ni de un lado ni del otro, yo quiero vivir en una sociedad más racional.”
El análisis del discurso de J.C. Paz, tiene que seguir el hilo conductor de lo que viene demandando Cristina; si por el contrario la reflexión queda encapsulada en las especulaciones: sobre su candidatura o no; la integración de las listas en el FPV; o que los destinatarios del discurso, son exclusivamente los dirigentes sindicales; estamos demasiado alejados de los intereses populares, sobre la práctica política y el marco estratégico que la orienta.
Hay en sus palabras, una demanda a los militantes y dirigentes, para impulsar los cambios cualitativos en la construcción política, debatiendo el país que queremos, la fuerza política que lo garantiza, y los instrumentos y decisiones de estado, que lo hacen posible. Si esta tarea no se atiende, y se persiste en posicionar candidaturas, intereses sectoriales, u obtener recursos del estado, para hacer visible una organización política o social, es entendible que Cristina siga señalando, que el proceso no depende solo de su candidatura, y que estas prácticas además de atentar contra los intereses populares, no merecen su esfuerzo personal, toda vez, que su liderazgo se pretenda reducir a un producto electoral.
Cristina ha logrado a lo largo de este tiempo recomponer un liderazgo sin mediaciones con nuestro pueblo; si demanda organización popular, está señalando que ese consenso hay que transformarlo en referencia política, que canalice los intereses y demandas populares, y no que se utilice ese consenso, para ambiciones personales o grupales; señalando que no está mal tener ambiciones, lo que esta mal, es que los liderazgos no se procesen en el pueblo, y se pretendan imponer por prácticas, que dañan el dispositivo político del Movimiento que conduce.
La demanda de lealtad, no es hacia su persona en particular, es hacia el proceso en general, no quiere exhibiciones que cultiven obsecuencias, le sirve de muy poco las demostraciones públicas de obediencia; si estas no tienen, voluntad de construir consensos y organización popular, que neutralicen las pretensiones políticas de las corporaciones económicas.
La continuidad de este proceso, no está atado a la candidatura de Cristina, es necesaria, pero no suficiente; la profundización del modelo, es lo que garantiza su continuidad, y ello requiere de decisiones de estado, que solamente son viables, si la organización popular, construye los consensos mayoritarios en la sociedad, sobre transformaciones, que subordinan los intereses de las minorías a la realización de la vida y la plena felicidad de nuestro pueblo.
Si cada sector, espacio u organización que objetivamente tienen sus intereses dentro de las fronteras de nuestra formación nacional, no los coloca en la solidaridad más amplia, que son los intereses del conjunto del pueblo, jamás encontraremos un sentido liberador en la política que expresamos, por el contrario acentuamos la práctica de fragmentación y enfrentamiento que propician los sectores dominantes para legitimar sus intereses.
La ausencia de la práctica política que demanda Cristina, circunscribe la propuesta electoral a un reconocimiento por las transformaciones realizadas desde el 2003, pero excluye del relato, los objetivos políticos para el período 2011-2015; ya que si se anticipan decisiones de estado, que atiendan demandas populares, sin el sujeto político que construye consenso en las mayorías, es brindar un alto grado de vulnerabilidad, frente a la extraordinaria capacidad de maniobra, que poseen los sectores dominantes sobre la esfera económica.
Es de enorme trascendencia el momento que atravesamos, sería un error colocar el debate fuera de las coordenadas, que conducen al logro de saltos cualitativos y organizacionales el consenso que posee Cristina; en ello poco favorece, pararnos del lado de la presidenta, para atacar a otros espacios; por el contrario se requiere debatir desde los intereses populares con todos los espacios del FPV, como se profundiza el modelo y se garantiza un proceso liberador.
MOVIMIENTO DE LIBERACION CARLOS MUGICA
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