militantes comprometidos

jueves, 5 de mayo de 2011

TRABAJAR ANTE LA DEMANDA DEL PUEBLO

http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.pilaradiario.com%2F%3Fm%3Dnota%26id%3D10005&h=fcb7f   Fuerte reclamo vecinal de más seguridad en el barrio Río Luján












El titular del destacamento, Alejandro Olivieri, pidió a los vecinos que denuncien.











En los últimos tiempos, son pocos los que le escaparon a la inseguridad en el barrio Río Luján, de Fátima. Los que no sufrieron un robo en su casa o en la calle, se vieron obligados a pagar “peaje” a los menores que se juntan en alguna esquina.



Ni siquiera se salvó la capilla, saqueada hace unos 20 días, ni el jardín de infantes que se está terminando de construir, de donde se llevaron materiales y herramientas de construcción.



La situación quedó expuesta ayer por la tarde, en una reunión que unos 60 vecinos mantuvieron con el titular del destacamento policial de Fátima, Alejandro Olivieri, que se acercó hasta el predio lindero al futuro jardín de infantes, donde alguna vez los vecinos esperan tener una plaza para el barrio.



La reunión de ayer fue la segunda en 15 días. En la anterior, el uniformado se había comprometido a reforzar el patrullaje, sobre todo entre las 20 y las 8 de la mañana, el horario en el que se cometen más delitos.



Según los vecinos, esa promesa se cumplió. “Yo tengo el sueño liviano y a la noche escucho pasar el patrullero. Imagino que ‘ellos’ también lo escuchan y reconocen el ruido”, le dijo a El Diario uno de los vecinos. “Ellos”, son los autores de los últimos robos y dueños de los temores del barrio. Viven, por lo general, en la misma zona. La mayoría son menores y, en la reunión de ayer, los vecinos los nombraban con conocimiento y familiaridad.



Sin embargo, el aumento de la presencia policial no terminó con los robos. El concejal Gustavo Trindade, presente en la reunión, señaló que desde la última vez se produjeron al menos dos nuevos hechos, pero que no fueron denunciados a la policía.



Ayer, Olivieri hizo hincapié en la responsabilidad vecinal y pidió que se denuncie cada robo. Esa, dijo, es la manera que la policía tiene para poder actuar.







Puertas adentro



El Río Luján es un barrio populoso y cada vez más poblado. A los lados de las calles -la mayoría de tierra- se levantan casas de material, muchas todavía con el ladrillo desnudo de revoque.



En eso se parece a la mayoría de los barrios que crecen en la periferia. También se parecen en las características de la inseguridad que golpea a sus vecinos, de la mano de un delito que podría llamarse “endogámico”: los ladrones suelen vivir a pocas cuadras de sus víctimas y hasta venden los elementos robados también entre las familias del mismo barrio.



Por eso, una de las medias que los propios vecinos plantearon ayer los tiene a ellos mismos como protagonistas: no comprar cosas robadas y denunciar a quienes las ofrecen.



Otra consecuencia del hecho de que víctimas y delincuentes convivan en pocas cuadras es que la mayoría de los asaltos a viviendas ocurren cuando los moradores no están. Es lo que le pasó hace unas semanas a Marcos Lescano, que al llegar del trabajo encontró la puerta de su casa rota y el faltante de la mayoría de los electrodomésticos y parte de la ropa. “Hasta las sábanas me llevaron”, contó, incrédulo.



Eva Vega tuvo menos suerte. A su casa entraron de madrugada y la sorprendieron durmiendo. Le pusieron un cuchillo en el cuello y la golpearon. Querían plata, contó la mujer, pero sólo se llevaron un teléfono celular.



Para Zulma, otra de las vecinas, es importante encontrar una solución antes de que la cosa pase a mayores. “No queremos lamentar situaciones más graves, con gente lastimada”, dijo la mujer. En su pedido incluyó a los jóvenes a los que se apunta como autores de los robos: “no queremos que un día aparezca uno muerto, todas somos madres y sabemos que esa no es la forma”, dijo.









En busca de soluciones



Piden un puesto fijo



La seguridad del barrio Río Luján depende del destacamento de Fátima, distante a unas 30 cuadras de la zona. La situación del puesto policial no es mejor que de otros: un móvil en funcionamiento y la buena predisposición de algún policía que patrulla con su propio auto.



Por eso, las mayores quejas de los vecinos en la reunión de ayer tuvieron que ver con la demora en la respuesta policial ante una denuncia.



La solución propuesta por los vecinos es la construcción de un destacamento en la zona o, al menos, la disposición de un puesto de vigilancia fijo en las calles del barrio.







Zulma es militante de la Mugica Pilar   y compañera de Sergio

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